La vida deportiva de un jugador de rugby de nuestro entorno puede dar muchas vueltas, es habitual empezar en un equipo, irte a otro si coincide por estudios, cambiar de nuevo, e incluso si la cosa va bien, recibir la llamada de un gran equipo a modo de fichaje. También ocurre que en ocasiones se cuelgan las botas de forma momentánea, pero la puerta de casa siempre está abierta.
Esta temporada ha habido muchos cambios e incorporaciones en el Club de Rugby Majadahonda, pero hay algunas que nos apetece destacar de manera especial precisamente por ser la vuelta a casa de unas personas a las que se le tiene mucho cariño.
Hablamos de gente como María Marín, Carmen Rodera, Ignacio del Santo o David Cabanas, ‘Bibi’, gente de club, del CRM, que esta temporada han vuelto a vestir el rojo y el azul y lo han hecho cargados de ganas, tal y como ellos mismos nos cuentan.
«Echaba de menos la sensación que te da entrenar que se te olvida todo lo demás, esperar en las filas de cada ejercicio y estar con muy buen rollo pero luego tener la seriedad entrenando ya que es un club de competición. Echaba de menos el ir a entrenar con compañeras, el pegarme por ellas. El CRM para mi es casa, a pesar del tiempo o de lo que pase, no iba a volver a ningún otro club en Madrid que no fuese el Majadahonda» cuenta María Marín, una clásica del equipo femenino que tras dos temporadas descansando un poquito del rugby ha vuelto preparada para volver a darlo todo y hacernos disfrutar.
Otro que ha vuelto, esta vez tras un periplo más amplio es Ignacio del Santo, ‘Ruso‘, quien en su primer año de senior se fue a estudiar a Inglaterra, donde aprovechó para también jugar allí y ahora, cuatro años después, ha vuelto a Madrid y por supuesto, al CRM. «Estoy orgulloso y contento de haber vuelto a Majadahonda porque fue donde descubrí mi pasión por este deporte y me formé como jugador. Aquí encontré apoyo, amistades y aprendí valores fundamentales. Volver a significado regresar a mis raíces y enfrentar nuevos retos y desafíos, y poder ayudar en todo lo posible al equipo en los objetivos fijados, es un honor estar de vuelta».
También en el equipo femenino, una vuelta sonada, aunque llevaba menos tiempo fuera, es la de Carmen Rodera, la mayor de la saga de los Rodera estuvo la temporada pasada en Irlanda jugando con el Railway Union RFC, con quien se proclamó campeona de la liga irlandesa. «Volver a casa de esta manera es genial, es como si no me hubiera ido. Echaba de menos jugar con mis amigas, mi gente, la grada, el campo, esas jornadas de varios partidos que terminan en algún bar del pueblo. Soy muy CRM y los fines de semana en el Valle del Arcipreste forman parte de mi vida desde pequeña.
David Cabanas, otro que ha vuelto a casa, tras un periplo más largo, y lo ha hecho con las pilas cargadas para sumarse al staff masculino en División de Honor B. Quien, como buen veterano de los colores rojo y azul, se deshace en elogios y «La verdad es que la vuelta ha sido mucho mejor de lo que me esperaba. Me he reencontrado con el rugby y lo he hecho en el club en el que conocí el propio rugby, así que ha sido todo idílico para mí. He sido muy feliz trabajando en otro club estos años atrás y siempre me he sentido valorado y se me ha tratado de maravilla, por lo que no puedo hacer más que dar las gracias. También es cierto, que cualquier persona que haya pasado por Majadahonda (el club), sabe que es algo distinto y especial. Creo que hay un factor humano, que a mí personalmente, me marcó desde el principio y aun hoy, me emociona reencontrarme con familiares de la escuela, jugadores con los que he jugado, y sobre todo, con los chicos y chicas que he tenido la suerte de entrenar en la escuela. Además, sobra decir que volver a trabajar con mi hermano, es algo realmente motivador».
Sobra decir que desde el CRM nos enorgullece profundamente que nuestra gente tenga tan buenas palabras hacia el Club y solo pensamos en seguir trabajando juntos y poder llegar más lejos.
¡Bienvenidos de vuelta!
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