Clausura del proyecto «Una granja con mucha marcha»
En la etapa de Educación Infantil, en el Colegio Salesianas Majadahonda, durante este primer trimestre, hemos llevado a cabo el proyecto de la granja concluyendo con la visita a la granja-escuela El Palomar en Chapinería.
Proyecto de comprensión
Este proyecto, “Una granja con mucha marcha”, ha sido de gran interés para nuestros alumnos, muy motivador y cercano. A través de él hemos podido trabajar todas las áreas y competencias del aprendizaje.
A lo largo de la investigación los niños han podido descubrir:
- qué animales viven en la granja,
- cómo son estos animales,
- cómo nacen,
- dónde viven,
- qué beneficios obtenemos de ellos y,
- qué profesiones están relacionadas con la granja,
entre otras muchas cosas como, por ejemplo, conocer y valorar la naturaleza, a los seres vivos y a cuidar y respetar su entorno.
Motivación inicial, retos y meta
Todo comenzó el 2 de octubre con la visita sorpresa de una granjera a la que se le habían escapado sus animales de la granja y nos pidió ayuda para recuperarlos. Para ello teníamos que aprender todo lo que pudiéramos sobre ellos, y así logar encontrarlos. Por eso, cada semana teníamos que superar un reto, hasta finalmente hacernos expertos y poder visitar una granja de verdad el 1 de diciembre.
Visita complementaria a la granja-escuela
Al fin llegó el tan ansiado día: ¡NOS VAMOS DE EXCURSIÓN A LA GRANJA! Después de dos meses, por fin íbamos a ver, tocar, oler, oír y sentir a los animales de verdad.
Con esta salida cultural concluimos y clausuramos el proyecto. Resultó ser un día maravilloso. Cada momento se vivió con emoción. Aprendimos muchas curiosidades y tuvimos la suerte de observar en primicia a un cabritillo recién nacido. Tuvimos dos itinerarios, ya que no solo estuvimos con los animales típicos de la granja (conejos, gallinas, cerdos, ovejas, cabras, burros, caballos, ponis, etc.), sino también con animales salvajes (serpientes, lagartos, tortugas, zorros, loros, ciervos, búhos, buitres…)
Además, montamos en poni como auténticos y valientes jinetes. También realizamos diferentes talleres artesanales según la edad: pan y medallones de madera adornados con flores secas aromáticas. Pero sin duda uno de los mejores momentos para la mayoría fue la hora de la comida, con unos macarrones y salchichas que supieron a gloria bendita. Y es que no hay nada mejor que un día en contacto con la naturaleza para abrir el apetito.
Debajo de estas líneas encontraréis un enlace para ver las fotos y haceros una idea de lo extraordinario que fue el día.
Pincha aquí para ver las fotos
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